Nuestra Filosofía

Es sin duda el cambio lo único permanente, cambia la tecnología que avanza sin parar, cambian las metologías y los pensamientos, por eso es que nos encontramos en constante evolución con propósito.

En el Colegio Santa Teresa trabajamos desde nuestros valores innegociables (empatía, responsabilidad, excelencia y compromiso), los cuales son nuestro ADN y se impregnan en cada estrategia, metodología y actividad de aprendizaje, para que todos los estudiantes que pasen por nuestras aulas, se conviertan no solo profesionales académicamente capacitados, sino también, en personas integrales e íntegras.

Como seres humanos reconocemos nuestras diferencias y nos impulsamos en ellas para enriquecernos, entendemos que todos tenemos distintos ritmos y formas de aprendizaje, a través de roles conscientes, activos, permanentes y participativos en una comunidad educativa llena de características diversas.

El Colegio Santa Teresa nace como una iniciativa de la doctora Virginia Rodríguez Herrera, quien con su experiencia en educación, primero como docente, luego como directora de colegio, pensó en facilitar a la juventud alajuelense una opción más en secundaria, diferente a las ya existentes, enfocada en el fortalecimiento de valores (inspirada en Santa Teresa de Ávila), la proyección comunal y, además, con una visión bilingüe.

Así, en febrero de 1996, en el costado este del parque Palmares, en un edificio de dos plantas, abre sus puertas el nuevo centro educativo, con una población de 137 estudiantes en los cinco niveles, desde séptimo hasta undécimo.

Posteriormente, en el año 2001, se traslada a sus nuevas instalaciones, en el Pacto del Jocote, en una zona rodeada de naturaleza y bastante tranquila. Este terreno se adquirió con la idea de abrir, en algún momento, la sección de primaria. Efectivamente, como estaba previsto, en el año 2006 inicia sus labores, con tan solo nueve estudiantes y dos docentes, los niveles de pre-kínder, kínder y preparatoria. Al año siguiente, se inauguró el primer ciclo, con primero y segundo año, hasta lograr las generaciones completas. Actualmente, el colegio alberga en sus instalaciones todos los niveles, desde pre-kínder hasta undécimo año.

Su crecimiento paulatino permite marcar una huella de excelencia en cada estudiante y miembro de la comunidad educativa, cuyo unidad se cimenta en la asertividad y el trabajo cooperativo.

Es así como establece y consolida su misión y visión, respaldadas por la trayectoria de éxitos integrales, tanto en el quehacer académico como humanista.